La polinización es un aporte clave en la fruticultura

Es una de las conclusiones del estudio que se llevó adelante en San Patricio del Chañar durante cinco años y que fue presentado en las primeras Jornadas Patagónicas de Polinización.

Fruticultores, apicultores, el sector académico y empresas proveedoras de tecnología confluyeron en las primeras Jornadas Patagónicas de Polinización, que se desarrollaron el 11 y el 12 de julio en Neuquén capital. Se presentaron diversos trabajos que dan cuenta de la relevancia del servicio de polinización en la producción agropecuaria y de la importancia que posee el resguardo de la biodiversidad para alcanzar mejoras productivas.

La actividad fue organizada por el Centro PyME-Adeneu, organismo dependiente del ministerio de Producción e Industria, con el acompañamiento del Instituto de Investigaciones en Recursos Naturales, Agroecología y Desarrollo Rural de la Universidad Nacional de Río Negro (Inrad), del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (Inbioma) de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), del Programa Nacional Apícola (Proapi), del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de Brometan y BeeFlow.

En 2014, año en el que inició el estudio de polinización en chacras de San Patricio del Chañar, no se detectaba la presencia de otros insectos más allá de la abeja melífera en el momento de la floración de peras y manzanas. Sin embargo, en los últimos tres años se observó presencia de algunas especies polinizadoras autóctonas, lo cual es una muy buena señal.

Esto se condice con lo expuesto en las jornadas por Liliana Cichón de la EEA de INTA Alto Valle, quien “mostró una línea histórica sobre el uso de productos fitosanitarios utilizados en las chacras, donde se observa el reemplazo de tratamientos nocivos para los insectos por otros principios activos más amigables para los mismos, en respuesta a las exigencias de los países que compran nuestra fruta”, expresó Nancy García, coordinadora del Programa Apícola del Centro PyME-Adeneu.

La incorporación de un servicio de polinización eficiente dentro del paquete tecnológico es de gran importancia para la mejora sustancial de la producción frutícola. García aseguró que “una chacra que no tiene suficientes polinizadores produce mucho menos”. Durante la jornada se dieron a conocer los beneficios de la polinización como el incremento en la cantidad y calidad de los frutos, el aumento en la concentración de azúcar y la extensión del tiempo de conservación de la fruta en frío.

Lucas Garibaldi es director del Inrad, investigador independiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) e integrante del equipo que realizó el estudio de polinización en Neuquén. En sintonía con García, señaló que “cuando uno aumenta la especie de polinizadores aumenta la productividad del cultivo, lo cual se demuestra acá y en otros lugares del mundo”.

A nivel mundial la polinización mejora en promedio un 24 por ciento la productividad de los cultivos, aunque no todas las plantaciones tienen el mismo nivel de dependencia de polinizadores. En el planeta existen más de 20.000 especies de abejas, pero “hay una preocupación muy grande sobre la mortalidad y enfermedades que sufren las abejas melíferas”, advirtió Garibaldi. Este fenómeno se encuentra asociado al cambio climático y a malas prácticas en el uso de agroquímicos, entre otros factores.

Próximamente las presentaciones de las primeras Jornadas Patagónicas de Polinización se encontrarán disponibles en www.adeneu.com.ar.

Conclusiones locales

El estudio de polinización en chacras de San Patricio del Chañar dedicadas al cultivo de frutas de pepita comenzó en 2014 y estuvo a cargo de un equipo de investigación integrado Centro PyME-Adeneu, Inrad, Inbioma y Conicet. El trabajo permitió medir el efecto de las abejas respecto de la calidad de frutos y cuantificar el impacto económico directo e indirecto de la práctica de la polinización hacia la producción apícola y frutícola.

Al respecto, Garibaldi comentó que “muchos productores están focalizados en la nutrición del cultivo pero detectamos que variaciones importantes en la nutrición no aportaban tanto en la calidad y la productividad como la polinización” y aseguró que “una polinización eficiente es un factor clave al que se le está prestando poca atención por una cuestión cultural y de tradición”.

A través del estudio también quedó demostrada y cuantificada la falta de atractivo de la pera. Sin embargo, existen mecanismos de memoria de las abejas y entrenamiento para optimizar su polinización. Esta información fue presentada en las jornadas por Walter Farina, investigador de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) y el Conicet.

Durante el trabajo en San Patricio del Chañar se realizaron ensayos con la utilización de abejorros en algunas parcelas. García explicó que “el comportamiento de los Bombus atratus (una especie de abejorro) es diferente al comportamiento de la abeja, ambos insectos se complementan, registrándose muy buenos resultados de esa sinergia”.

Este año desde el Inrad se abordará el reconocimiento de los insectos que se encuentran en la periferia de las chacras, en canales y acequias, con el objetivo de cuantificar su efecto polinizador, complementario a las abejas melíferas.

Desde el Centro PyME-Adeneu se dará continuidad a propuestas que mejoren la productividad en la región mediante la interrelación de las instituciones académicas, de extensión, los sectores productivos (fruticultura, horticultura, apicultura, producción de semillas) y proveedores de tecnologías asociadas a la polinización.