Como parte del Plan Sanitario de Control de Sirex y con el objetivo de ajustar en terreno las observaciones realizadas en el relevamiento aéreo de las plantaciones de pinos, técnicos de la subsecretaría de Producción, de las Agencias de Producción dependientes de la secretaría de Desarrollo Territorial y Ambiente y de la Corporación Forestal Neuquina (Corfone), realizaron recorridas en terreno de las plantaciones en las que se detectó daño por la plaga.
Durante todo octubre se recorrieron las plantaciones que, a partir del relevamiento aéreo realizado en febrero y abril de este año, fueron catalogadas con daño entre incipiente y moderado. El objetivo de la recorrida fue corroborar que las observaciones realizadas se ajustaran a lo que ocurre en terreno.
En el 90 por ciento de los casos no sólo se verificó el nivel de daño asignado, sino que, además, la georreferenciación realizada desde el helicóptero de la provincia, permitió encontrar los ejemplares atacados muy rápidamente. Este hecho facilita la realización de las tareas sanitarias, tanto el raleo como la inoculación con Deladenus siricidicola.
En el porcentaje restante se realizaron ajustes en los niveles de daño y, en varias plantaciones del sur provincial, se constató que el daño observado desde el aire se correspondía con plantas dañadas por ciervos.
Tareas sanitarias
Durante octubre se inició a la campaña de inoculación con el controlador biológico Deladenus siricidicola. Las dosis son provistas por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
Mientras que los trabajos de campo se realizan en conjunto con la secretaría de Desarrollo Territorial y Ambiente y la subsecretaría de Producción, dependiente del ministerio de Producción e Industria.
Paralelamente, durante noviembre comenzará el raleo sanitario en la zona Norte, con la conformación de cuatro cuadrillas de los municipios de Las Ovejas, Andacollo, Huinganco y Manzano Amargo. Las tareas las ejecutarán -coordinadamente- la subsecretaría de Producción y los municipios.
Sanidad Vegetal
Desde la subsecretaría de Producción se priorizaron en 2019 acciones en control de cinco agentes de distinta etiología que actúan directa o indirectamente en detrimento de la producción frutícola, de forrajes, la ganadería, la producción de frutas finas y la actividad forestal, y que afectan la productividad o bien la calidad de los productos obtenidos. Estos agentes son la carpocapsa, tucura, rosa mosqueta, drosofila y sirex.
A través del subprograma de Bloques de Sanidad Controlada (BSC) se encuentra en su tercer año de ejecución y el objetivo es conformar un área bajo la Técnica de la Confusión Sexual para el control de carpocapsa en el cien por ciento de la superficie del Bloque de Sanidad Controlada, con cultivos de especies susceptibles a la plaga (pomáceas, nogales), llevando los niveles de daño por carpocapsa a valores no detectables, controlando las plagas secundarias y sentando los lineamientos para producir en base a la adopción de Buenas Prácticas.
Todas las acciones realizadas en el marco del programa de gestión para resultados de sanidad y calidad frutícola se complementan y articulan con este subprograma. En la temporada 2018/2019 se adhirieron 122 productores, con dos BSC conformados; la superficie total adherida fue de 2.800 hectáreas; 211 establecimientos bajo seguimiento; se capacitó a 44 monitoreadores y se realizaron tres reuniones de Bloques con productores con 80 participantes en total.
En cuanto a la tucura cabe mencionar que durante las últimas tres temporadas no se produjeron estallidos poblacionales de la plaga.
Además, durante 2019 se participó del programa de Mosca de los Frutos, ejecutado en conjunto por la Fundación Barrera Patagónica (Funbapa), el Senasa y las provincias patagónicas, con el aporte provincial de 3.670.700 pesos.
En tanto, para el caso de la drosofila (Drosophila suzukii), que es considerada actualmente una plaga altamente invasiva en frutas finas, a partir de la temporada 2019 se suspendieron las acciones de monitoreo, fundamentalmente porque no se detectaron niveles de daño significativos en las producciones de fruta fina locales durante los años anteriores.